Y como no podía faltar, los alemanes lo festejaron a lo grande ni bien llegaron a su país.
Los goles de la victoria fueron de Mandzükic y de Robben. El holandés tuvo su desquite luego de varias finales en donde no podía marcar, las cuales fueron decisivas para la suerte de sus equipos. Recordemos aquella final del mundo ante España, en donde Robben no pudo con la valla defendida por Casillas, o la final de la Champions League pasada, en donde a pesar de ir ganando por 1-0 el holandés erró sucesivas situaciones que después lamentó cuando Drogba empató el encuentro en tiempo agregado.
Pero este año fue diferente y el Bayern Munich, el mejor equipo de la competencia, se transformó en el justo campeón de Europa.
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