viernes, 13 de julio de 2012

El Bolsón:Así describe, de una manera, cálida, excelente y maravillosa, Nolo Ruiz, a la ciudad patagónica, en el diario ABC.


 ‘El Bolsón, ciudad de La Comarca, tierra de elfos y duendes, lleno de lugares que dicen que son mágicos, sitio en el que se puede ir a comer a La Parrilla de Gandalf, con casas de madera, olor a leña y carne asada. El Bolsón, ciudad de La Comarca donde se encuentra el Bosque Petrificado, la Selva Inundada, la Roca del Tiempo a la que es casi imposible acceder, tierra de cervezas artesanales, cabalgadas a caballo y barbas largas…’

‘Este lugar no fue fruto de la imaginación de Tolkien ni ha sido extraído de un pasaje de su famosa obra ‘El Señor de los anillos’, no. Este lugar existe de verdad, tal cual, en La Patagonia argentina y puede que sea uno de las ciudades más maravillosas y fantásticas en las que se puede estar’.
‘Encuadrada en un valle en mitad de los Andes, El Bolsón es un pueblo con evidentes tintes hippies y en el que la música, la artesanía, el teatro y la cultura cobran especial relevancia. Se trata de una ciudad pequeña de calles amplias pero sólo unas pocas asfaltadas, con casas de madera independientes y mucha naturaleza. Un pueblo tranquilo con músicos por todos lados y en el que se respira paz y libertad. Y sus habitantes, a pesar de que en los últimos años se ha convertido en un destino turístico muy reclamado, intentan conservar ese buen karma que han sabido crear a lo largo de los años’.
‘En el Bolsón hay, casi cada día, actividades de todo tipo como conciertos, teatros, espectáculos circenses, ferias de artesanía, proyecciones cinematográficas, charlas, conferencias, congresos, encuentros, festivales o cursos de todo tipo. Además, todos los habitantes de El Bolsón se gustan de tender su mano a los visitantes y hacerles sentir como en casa. La atmósfera setentista parece haber detenido el paso del tiempo, a pesar de que en los últimos años se haya incorporado a la ciudad una bolsa de población de altísimo nivel adquisitivo que busca principalmente la evasión sin renunciar a las comodidades’.
‘Pero, sin lugar a dudas, lo más impresionante de El Bolsón es su entorno. Son tantos los rincones, lugares y parajes que descubrir alrededor de El Bolsón que resulta casi imposible hablar de todos en pocas líneas. Son muchas las rutas y senderos en las montañas, al pie del pueblo, y desde los que subir hasta algunos de los picos andinos que vigilan El Bolsón. En todas estas rutas hay refugios en los que pernoctar, puesto que no es prácticamente posible llegar hasta la cima y descender en el mismo día’.
‘Quizás el más famoso sea el Piltriquitrón, montaña mítica de La Comarca (en idioma tehuelche significa ‘colgado de las nubes’), en la que se fabrica una deliciosa cerveza artesanal y en donde se encuentra el bosque tallado, un lugar más que especial con árboles tallados (literalmente) por los artesanos locales en los troncos que quedaron tras un incendio hace ya largo tiempo. Rescoldos convertidos en arte. Otro de los más impresionantes es el de La Roca del Tiempo, una montaña mítica y a cuya cima, por alguna razón (dicen sus habitantes) mágica, resulta casi imposible llegar. Y así otros muchos como el Cajón del Azul o El Retamal’.
‘Igualmente hermoso es el camino para ver el Río Azul y subir el cerro que lleva hasta La Cabeza del Indio, una roca de un acantilado tallada naturalmente con un clara forma humana. Cerca de El Bolsón se encuentra también el Lago Puelo, con unas vistas increíbles y en el que hay varios senderos y caminos hasta llegar al Mirador de las Lechuzas o el Bosque Inundado (que es un espeso lugar boscoso al que sólo se puede acceder por una pasarela puesto que toda su superficie es agua)’.
‘El Bolsón tiene tantos atractivos de todo tipo que se hace realmente difícil poner negro sobre blanco una descripción de un lugar tan sumamente especial, increíble y divertido, en el que es prácticamente imposible aburrirse y en el que a todos nos entran ganas de quedarnos para siempre’.

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