Según el guardaespaldas de Michael, “Él se enamoró de la diva tras una serie de encuentros amorosos en su rancho de Neverland, y nunca se recuperó de ella cuando terminaron.”
“Su relación duró seis años, y terminó cuando ella se acostó con su hermano mayor, Jermaine”.
Matt Fiddes, el guardaespaldas dijo que “Una de las muchas historias que nunca se contó sobre Michael es que tuvo un ultra secreto romance con Whitney Houston, del que nunca consiguió olvidarse, quienes se conocieron en el año 1991 cuando ambos ya eran superestrellas de la música”.
“Se conocieron porque eran dos de los artistas más grandes del planeta y se movían por los mismos círculos. Se conectaron al instante como almas gemelas porque entendían perfectamente la fama de ambos”.
Además aclara que “Whitney prácticamente se mudó al rancho de Michael y tuvieron su aventura como cualquier pareja joven. Michael dijo después que siempre deseaba que la relación hubiera ido más allá y yo sé que soñaba en casarse con ella”.
“Jackson jamás se olvidó de Whitney. Un año después, la diva se casaba con Bobby Brown y diez años más tarde, Houston y Michael volvieron a encontrarse”.
“En la celebración de los 30 años de Michael, ambos compartieron lo que más tarde serían sus últimos abrazos y Michael le suplicó a Whitney que dejara las drogas, que estaban destrozando su vida”.
Pero lamentablemente Jackson y Houston murieron en condiciones similares: solos y adictos a las drogas.
Ahora el guardaespaldas está involucrado en una batalla legal, al querer probar que él es el padre biológico del hijo menor de Michael Jackson, Prince Michael II.
Según Matt “donó el esperma en 2001 porque el cantante le dijo que quería crear un niño atlético”. Pero sus intentos por probar su paternidad pusieron en peligro su propia vida.
Los fans del cantante pop lo amenazan diciéndole que ‘quieren verlo muerto’.
Él se defiende: “Solo quiero ver a Blanket un par de veces al año. No es una batalla por la custodia”.
Fiddes agrega que “me enteré de que podría ser el verdadero padre de la criatura el famoso día en que Michael sacó al niño por el balcón del hotel Adlon en Berlín y me dijo que había usado mi esperma. Todo el mundo dice que es mi viva imagen”.
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