viernes, 11 de mayo de 2012

Mario Pergolini está abandonando la adolescencia.




Mario Pergolini repitió su cábala de visitar los estudios de Jorge Rial, al menos una vez al año, y habló de política, de sus hijos, su madurez y de su eterno rival, Marcelo Tinelli.
El presidente de Vorterix consideró que “Marcelo es bastante vivo por cómo se maneja con el poder y sus relaciones. Pero está la tolerancia del canal en cómo se manejan con él. Están pesando otras cosas más que el rating, pero si el grupo creyera que le está haciendo demasiado ruido, lo sacarían. Marcelo no es visto como una persona oficialista, es bastante vivo y nunca puede llegar a definir claramente de qué lado está jugando”.
Sin embargo, desmitificó una pelea que corra muy profundo. Contó que sus hijos van al mismo colegio y que en varias ocasiones intercambiaron mensajes de texto, aunque sin llegar a tener una relación.
“No estar en tele y la no competencia, supongo que descomprimió un poco. Había mucha pica porque yo me pongo de lunes a viernes a las 12 de la noche y también los domingos, como él. Era distinto, él llevaba a Cristian Castro y yo a Los Ramones. Después siempre he hecho críticas claras, no me gustan ‘Soñando’, ‘Bailando’ o ‘Cantando’. Pero es imposible decir que nunca se quedó cinco minutos viendo un poquitito”.
“Creo que ahora está más tolerante porque yo también dejé de ser la competencia”, afirmó, y agregó: “hoy no haría televisión. La tele no la extraño para nada. Para hacer televisión hoy en día hay que hacer productos populares y masivos que a mí no me salen”.
En cuanto a la política, Pergolini aseguró que solo se maneja en relaciones políticas “cuando necesito circunstancialmente. Prefiero estar alejado”, y afirmó tener autonomía ideológica y económica con respecto al Grupo Spolsky-Garfunkel, del cual forma parte. Cuestionado sobre Diego Gvirtz, respondió que “no existe. Los monstruos tienen el tamaño que uno les da”.
Finalmente, mostró su lado maduro y reflexionó sobre su pasado. “A mí ahora me pesa tener hijos grandes que puedan entender, tengo que ser precavido en cómo pueda caer. Uno no sabe a los 21 años que va a querer tanto a una persona que incluso borraría su pasado. Lo que hice, lo hice. Algunas de las cosas fueron buenas y otras un desastre. Están los hijos y tengo que cuidar ciertas cosas”, declaró.

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