sábado, 28 de abril de 2012

Justin Bieber sigue generando histeria.


Cada 20 minutos más o menos, 300 niñas saltan, se tiran de su pelo, lloran y dejan escapar gritos  histéricos, deteniendo el tráfico. ‘¿Es él? ¿Es Justin? Oh, Dios mío, Dios mío, Dios mío! Te amo tanto!’
Y se escuchan frases como: ‘Oh, Dios mío, yo lo adoro. Yo sueño con él todas las noches’. ‘¡No! Lo amo más. Él es mi inspiración. Él es mi ídolo. Me encanta todo de él. Además de su novia’
En el  cuarto día de vigilia  esperando a  Justin Bieber en las puertas del Royal Garden Hotel en Kensington, al oeste de Londres, donde,  a pesar de una semana de lluvias torrenciales y  fuertes vientos, sus fans lo esperan.
Carly de 14 años: ‘Lo vi  tres veces entrar en el coche e incluso vi su pecho desnudo, esta es la mejor semana de mi vida’.
Como  Carly, cientos de niñas esperaron  desde el lunes, esperando y esperando y esperando a ver la sensación del pop canadiense y gritar cada 20 minutos.
No tienen ningún refugio, ni sacos de dormir, ni comida adecuada.
Casi todas estas jóvenes deben estar en la escuela. De hecho, muchas están usando sus uniformes.
Paige, de 16 años: ‘No fuimos  a la universidad durante cuatro días’. ‘Pero por el momento Justin Bieber es más importante que mis GCSE. Mis padres piensan que estoy loca, pero ellos no entienden lo mucho que lo amo’.
Emmen, de 11 y Oceanne de 12, desde Gatwick, están con  sus uniformes escolares: ‘No me importa si alguien dice que soy demasiado joven.  Es  sexy y lo amo’.
De repente,  y esta vez no se trata de una falsa alarma,  Justin Bieber  está  fuera del hotel, con  un enorme pantalón  de chándal rojo, top negro y gafas de sol grandes.
Hace un rápido paseo a lo largo de su muro  mientras sus  fans gritan. Los gritos son ensordecedores. Todo el mundo está llorando.
Las niñas trepan por la pared, pisoteando las flores, desesperadamente tratando de empujar a los guardias de seguridad.
Los  guardias de seguridad rodean, el Mercedes y se alejan. Sin embargo,  las fans corren por la calle,  delante de los micros  y taxis.
Todas  están  golpeando las puertas y  lamiendo las ventanas, una jovencita  se encuentra en el capó. Un guardia de seguridad tiene que salir hasta que ella se desliza del  coche  y  el auto empieza a moverse.
Justin se fue, y  todas  quedan  llorando.

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